Presentar los resultados derivados de la actividad de la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (Fundae) en 2018 representa la mejor ocasión de dirigirme a los usuarios del Sistema de Formación Profesional para el Empleo y reivindicar la formación como una estrategia de primer orden para la mejora de la competitividad de empresas y las cualificaciones de las personas trabajadoras de nuestro país.
En un momento como el actual, en el que las tecnologías están transformando nuestra forma de trabajar, de relacionarnos y exigiendo cambios acelerados en nuestro mercado productivo, se puede constatar la eficiencia y eficacia del sistema de formación profesional que se desarrolla en el ámbito laboral, y de la gestión de sus iniciativas por parte de Fundae en colaboración con el Servicio Público de Empleo Estatal.
La transformación tecnológica y digital puede brindar nuevas oportunidades, como reflejan todos los análisis. Pero también trae consigo retos complejos a los que hacer frente. La mutación o desaparición de la mayor parte de los puestos y procesos de trabajo como hoy los conocemos, el nacimiento de otros nuevos o el cambio en las formas de acercarse al conocimiento por parte de las personas, hace que el Sistema de Formación Profesional para el Empleo deba ser un factor indispensable para proporcionar de forma inmediata las competencias necesarias y alcance el protagonismo que le corresponde por su flexibilidad y adaptabilidad a los cambios.
Los interlocutores sociales, las Administraciones estatal y autonómica competentes en materia de educación y formación,